sábado, 27 de abril de 2013

Busca fieras. Soltra, la encantadora de piedras




Título: Soltra. La Encantadora de piedras
Autor: Adam Blade
Editorial: Destino

Busca fieras

SOLTRA

La Encantadora de piedras


Tom y Elena son dos amigos que junto con sus compañeros Plata, el fiel lobo de Elena y Tormenta el valeroso caballo de Tom, van de un lugar a otro en busca de fieras creadas por el Brujo Oscuro Malvel, el cual había raptado a su amigo y protector, Aduro, el brujo bueno.
Tom tenía que completar su búsqueda y recuperar las seis piezas de la armadura dorada que Malvel había robado y esparcido por todo el reino.
Un día, llegaron a Errinel, el pueblo de Tom y donde vivían sus tíos Henry y María, quienes  le criaron. Observaron unos pájaros de piedra. En el campo vieron una liebre de piedra con las patas estiradas. También encontraron dos bueyes y un granjero de piedra y se dieron cuenta que todos eran muy perfectos para ser de piedra y acercándose a los ojos del hombre pudieron ver que se movían ligeramente, alguien los habían convertido en piedra. Ayudaron al hombre a romperla  con su espada aprovechando una pequeña fisura y les contaron lo que había ocurrido. Se trataba de Soltra, la encantadora de piedras, no tenía cara, sino un enorme ojo verde con el que convertía en piedra a todo ser viviente. Era una de las fieras de Malvel.
Tom y Elena se apresuraron para tratar de llegar al pueblo antes de que la fiera hiciera lo mismo con  todos los habitantes del lugar. Se encontraron que algunos sufrieron la misma suerte pero sus tíos y más personas que pudieron escapar se libraron, aunque estaban desconcertados.
Tom se adentró en una espesa niebla y oía la voz del  Malvel, cuando de pronto apareció entre la niebla la figura de Soltra y Tom trató de no mirar directamente el ojo. Sacó su espada y aprovechando ligeros rayos de sol hizo reflejarlos sobre la misma dirigiéndose directamente al ojo de la fiera, su túnica explotó y su cuerpo de esqueleto se convirtió en polvo. Así lograron, no sólo salvar al pueblo, sino romper el encantamiento a todos los que lo habían sufrido.
Opinión personal: Me ha gustado, está entretenido.

David Ribagorda González

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