martes, 26 de febrero de 2013

Bat Pat Los zombies atléticos



Editorial: Montena

Autor: Roberto Pavanello
                          
Leo saca un cuatro en gimnasia (la odia) y sus padres deciden poner remedio y le llevan a una revisión médica. El médico le aconseja que haga deporte o tendrá graves problemas de obesidad.
Tras una disputa entre los padres al ver que su madre ofrecía más helado, el Señor Silver reprochaba la intención, porque así  Leo no podía cumplir el objetivo de bajar barriga y éste, viendo que se caía el helado se lanzó en plancha y agarró la copa a pocos centímetros del suelo. Su padre, al ver el “placaje” le vino la inspiración y decidió que Leo jugara al Rugby, aunque a Leo no le entusiasmó la idea.
Rebecca, su hermana le dijo que en Fogville había dos equipos de rugby, rivales de toda la vida: los Leones Rojos y los Sapos Verdes. Al principio eligió los Leones Rojos, pero al explicarle su padre que él fue el capitán del equipo de los Sapos verdes y que siempre habían sido los mejores, aunque ahora no pasaban por su mejor momento y el equipo de los Leones Rojos actualmente tiene dinero e infraestructuras, decidió entrar en el equipo de los Sapos Verdes.
Un día, mientras Leo entrenaba, el balón fue a parar cerca de un viejo cementerio y al ir en su busca (con mucho miedo) encontró un viejo balón remendado con parches, entonces un zombi le reclamó el balón y Leo gritó aterrorizado. Al contar lo sucedido a Rebecca y Martin decidieron averiguar de qué se trataba y descubrieron que eran los antiguos jugadores de los Sapos Verdes que murieron hacía unos años.
Debido a que el presidente de los Leones Rojos hizo una oferta al presidente de los Sapos Verdes para comprar el campo de éstos por el doble de lo que valía, el señor Silver enfadado decidió organizar un partido amistoso como revancha por los viejos tiempos y, con el dinero de las entradas pagarían las inscripciones de un campeonato que se celebraba en un mes. Apostaron que si ganaba los Leones Rojos se quedarían con el campo.
Los hermanos Silver decidieron hacer el equipo con los antiguos jugadores los Sapos Verdes, maquillándoles y poniéndoles pelucas para no levantar sospechas. Al final los Sapos Verdes ganaron el partido por 56 a 57. Así lograron salvar el campo y sacar dinero para las inscripciones del campeonato.

Opinión personal: Entretenido.

David Ribagorda González



No hay comentarios:

Publicar un comentario