lunes, 10 de diciembre de 2012

Kika superbruja y sus bromas


Era una chica que tenía 10 años y se llamaba Kika. Un día se encontró un libro mágico con muchos hechizos de magia dentro.Ese mismo fin de semana iba a ir a la casa de su abuela, y como siempre se cuentan cuentos pero cambian personajes,el principio o el final de la historia...Deció buscar un truco para hacer aparecer los personajes que digan en el cuento. Encontró uno y pensó en probarlo con su hermano pequeño Daniel,le pregunta que son los personajes que quiere ver y en cuanto se lo dice rápidamente va a su habitación. Al llegar abre su libro de magia y se puso a buscar, apuntaba notas pero de repente tubo una idea:cogió un libro con muchos cuentos y volvió a ver el libro de mágia y dijo:¡listo! Pero era todo una sorpresa. Al llegar el fin de semana los padre de Kika y Dani acompaña a Kika al coche de la abuela. Cuando llegan a casa de la abuela Kika se queda sola un momento y justo en ese momento llaman a la puerta:Buenas tardes soy Bautista de Pamelín vengo a hacer el cambio. Kika sin saber que hacer piensa en que se parece al Flutista de Hamelín y que su abuela le está poniendo una prueba segurísimo que a mandado a un amigo suyo porque se parece a un cuento y la abuela es así. Al poco rato Kika recuerda lo del libro de mágia y sus notas pero en ese momento dice:mira esa voz parece la una niña y yo esto buscando a la dueña de este piso así que mejor vendré en otro momento. Kika le pidió que por favor se quedara y teniendo el papel en la mano de las notas abre un poquito la puerta y el señor antes de que habrá la puerta la cierra con un portazo. Kika se callo, y al caerse empezaron a aparecer animal un animal detrás de otro: pirmero un caballo que se convirtió en una vaca y después en un cerdo. La casa estaba un poquito desordenada, Kika no sabia como explicárselo a su abuela así que salió y se sentó en las escaleras y poco rato después su abuela apareció. Al llegar a su casa Kika se lo explicó que siempre se metía en líos pero no le contó lo de los animales y la abuela lo entendió todo porque sabía quien era el tipo ese, y empezaron a reirse las dos. Derrepente aparecen el señor Bautista de Pamelín acompañado de dos policías, acusando a la abuela de tener animales en casa. La abuela le dijo que entrara en casa para aclararlo todo acompañado de una taza de café. Además explico que seguramente como Kika cuenta los cuentos como si fueran reales y que era imaginazión suya. El señor bajó las escaleras alucina y la abuela salió y le pregunto el intercambio de pisos. El señor de Pamelín pensándolo le dijo que sí pero con una condición: que usted y su nieta JAMAS me vuelvan a contar un cuento.

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