jueves, 23 de mayo de 2013

Bat Pat El gran gruñón de la selva




Título: Bat Pat. El gran gruñón de la selva
Autor: Roberto Pavanello
Editorial: Montena



Una mañana, la familia Silver se vio sorprendida por un equipo de televisión que se presentaron en su casa buscando a Martin que había sido elegido paras las pruebas de Jóvenes aventureros, un concurso muy popular en Inglaterra, (aunque en realidad fue Leo el que rellenó el formulario y presentó fotos y notas de la escuela de Martin).
El concurso consistía en dejar a un grupo de chicos durante una semana en una isla desierta en Sumatra, llamada Isla Calavera; y superar diversas pruebas, al final resultaría ganador el más votado por los telespectadores. La familia también estaba invitada.
Una vez en la isla y mientras los concursantes estaban rodando las escenas, Rebeca sentía curiosidad por ir a la selva pero el director del programa la dijo que era mejor que no lo hiciera, ya que al otro lado de la isla vivían una tribu de  indígenas llamados Puy-Puy y no querían que se molestaran, ya que les habían dado permiso para rodar en la playa.
Esa misma noche, cuando Martin ya estaba reunido con su familia para descansar, de pronto se oyó un fuerte ruido y Bat pudo comprobar que había varios árboles partidos en dos.
A la mañana siguiente, supieron que alguien había entrado en la urbanización y había revuelto en los cubos de basura pero sólo se llevaron revistas;  oyeron música de cámaras y había huellas en la selva. Bat y los hermanos Silver decidieron averiguar lo que pasaba. En la selva se apreciaba un fuerte olor a lavanda y de pronto apareció un pequeño indígena de unos diez años, se llamaba Hiro y era muy simpático. Hiro les contó que la selva era territorio del Gran Kong, un monstruo legendario y que a veces se oía una música extraña del interior de la selva y que se percibía un olor a lavanda (no es propia de esas zonas) y que los Puy-Puy le hacían ofrendas al Gran Kong con cestas de plátanos.
Esa misma noche Martin fue capturado por  un fuerte brazo que entró por el techo del bungalow. Sus hermanos y Bat fueron en su busca, llegaron a una ladera de la montaña, encontraron una cueva de donde salía un agradable olor a lavanda. Cuando entraron, se dieron cuenta que estaba amueblada, limpia y ordenada y en el centro de la cueva el Gran Kong sentado elegantemente sobre una cajita jugando con Martin al Scrabble; el gorila al verles, les sonrió y le dijo: Bienvenidos a mi casa. Era un gorila de 300 años, llamados “pensantes”. Se hicieron amigos y no dijeron nada a los demás visitantes para que no le molestaran.
Al final Martin ganó el concurso y al gorila le regalaron un ordenador con internet y así se comunicaban de vez en cuando.
Opinión personal: Es un libro muy entretenido.

David Ribagorda González

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